La fecha fue el 8 de marzo, hace menos de un mes. En un rincón remoto de Kansas, el Sol descendía y la luz del atardecer, cada vez más profunda, llamó la atención del fotógrafo Doug Zubenel que conducía su automóvil por un camino rural. Algo fotogénico, él lo sabía, estaba a punto de ocurrir.
Viró hacia un desconocido camino sin pavimentar y se dirigió hacia la puesta de Sol. "El Sol brillante no me permitió ver las guías de cemento que había sobre un puente que cruzaba un riachuelo. Lo siguiente que supe es que ¡había destrozado mi automóvil!". Zubenel salió de lo que quedaba de su automóvil dañado y llamó al servicio de emergencias. Mientras esperaba a que llegase el remolque para auxiliarlo, tomó esta fotografía:
"Era una bella Luna, con un creciente de apenas un día", dice Zubenel. "¡Mucho mejor espectáculo que mi automóvil!".
La emocionante escena está a punto de repetirse tres veces más.
Primero, durante la noche del domingo 6 de abril, una Luna creciente (2%) emergerá desde el resplandor del Sol, como la irónica sonrisa de un gato Cheshire en el rojizo atarceder. Pero para hallar esta tajada tan delgada será necesario escudriñar el horizonte occidental; lo mejor sería salir del automóvil (o al menos frenar), antes de disponerse a observar.
Luego, durante la tarde del lunes 7 de abril, una Luna creciente (6%) se materializará en lo alto del cielo. Contrastando con el azul cobalto del atardecer, la Luna revelará su bello resplandor de Da Vinci, una pálida imitación de la luna llena dentro de un vívido creciente. Hace 500 años, Leonardo Da Vinci fue el primero en explicar este fenómeno: se lo denomina Brillo de la Tierra (Earthshine, en idioma inglés). Es la luz de nuestro propio planeta que ilumina el oscuro terreno lunar. Se considera que una luna creciente con Brillo de la Tierra es una de las vistas más hermosas del firmamento.
Pero lo mejor está aún por venir...
En la tarde del martes 8 de abril, una Luna creciente (12%) se trasladará en conjunción con las Pléyades. "En conjunción" es una frase que se utiliza en astronomía para indicar que dos astros están "uno al lado del otro". La Luna estará tan cerca de las Pléyades que, a simple vista, parecerá que se tocan, pero claro, eso es imposible porque las Pléyades se encuentran a 400 años luz de distancia.
También conocidas como las Siete Hermanas, las Pléyades son un cúmulo de estrellas jóvenes. Las siete más brillantes de entre estas bellezas azuladas forman una constelación en forma de pequeño cazo, que es casi tan ancho como la Luna (0.5o). A pesar de encontrarse a una gran distancia, las Pléyades se ven tenues a simple vista en las zonas urbanas.
El 8 de abril, la Luna lo llevará directo a las Pléyades. Sería recomendable tener binoculares: úselos para explorar alrededor de la Luna y encontrará no sólo siete, sino docenas de estrellas centelleantes, algunas de ellas asomándose y desapareciendo detrás del montañoso limbo lunar. La Luna por sí misma le quitará el aliento cuando recorra con sus binoculares el accidentado paisaje lunar iluminado por la luz de la Tierra.
Como sucedió durante las noches anteriores, la mejor hora para observar es algo después de la puesta del Sol, mirando hacia el Oeste: mapa del cielo. La luna creciente, el brillo de la Tierra y un cúmulo de estrellas en el mismo campo de visión —existen pocas cosas mejores que eso.
Fuente
lunes, 7 de abril de 2008
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1 comentario:
Qué bonito!!!! Es una auténtica pasada!! Y por cierto maravilloso tu post "Temporada de auroras" ,y el de las Ondas de gravedad, y el de Paraguaná y... pero que caray, si todos tus post son fantásticos!!
Como siempre un placer visitarte y leerte!
Un abrazo muy grande majete!
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