lunes, 7 de enero de 2008

Descubrimiento del "ataque" de un agujero negro sobre una galaxia



De acuerdo con nuevos datos proporcionados por varios observatorios de la NASA, un potente chorro que proviene de un agujero negro supermasivo está arremetiendo contra una galaxia cercana. Esta violencia sin precedente podría tener un importante efecto sobre los planetas que se encuentren en la trayectoria del chorro y podría incluso provocar el nacimiento de nuevas estrellas tras el paso de su estela destructora.

Esta escena de la vida real, que bien podría formar parte de la más extravagante de las historias de ciencia ficción, se desarrolla en un sistema galáctico binario muy lejano, conocido como 3C321. Hay dos galaxias que giran en órbita, una alrededor de la otra. Un agujero negro supermasivo, ubicado en el centro de la galaxia más grande de ese sistema, arroja un chorro en dirección de su compañera más pequeña.



Chorros como este, producidos por agujeros negros supermasivos, generan enormes cantidades de radiación, en especial rayos X y rayos gama, los cuales, en grandes cantidades, pueden resultar letales. La combinación de los efectos de esta radiación y los de las partículas que viajan en el espacio prácticamente a la velocidad de la luz podría resultar muy dañina para la atmósfera de planetas que se encuentren ubicados en la trayectoria del chorro. Las capas de ozono que protegen la atmósfera superior de los planetas, por ejemplo, podrían ser destruídas.

Una característica especial del descubrimiento en el sistema galáctico binario 3C321 es la corta duración de este acontecimiento a escalas de tiempo cósmicas. Algunos detalles observados en las imágenes producidas con el VLA y con el observatorio Chandra indican que el chorro comenzó a impactar contra la galaxia hace aproximadamente un millón de años, lo cual representa una pequeña fracción de la vida del sistema.

Es posible que este acontecimiento no signifique malas noticias para la asediada galaxia. La enorme cantidad de energía y de radiación que ingresa proveniente del chorro podría provocar la formación de una gran cantidad de estrellas y de planetas luego de que su estela inicial de destrucción haya finalizado. En un futuro lejano, dicen los investigadores, sistemas enteros de estrellas nuevas podrían tener que agradecer su propia existencia a este mortífero chorro.
Fuente